Es normal encontrar en las firmas, auditores con "padrinos", que han alcanzado el éxito y
se transforman en personas arrogantes y
vanidosas. Jóvenes "cuota de fulano de tal" que están iniciando a ascender y muestran total falta de
humildad, flexibilidad y respeto. Creen
estar mejor que los demás, desestimando al prójimo.
Una porción de humildad y
flexibilidad no es perjudicial para nadie. Auditor, piense que usted gana más
siendo humilde que siendo arrogante, valore y respete los profesionales que
trabajan con usted. Hoy puede estar por encima y abajo mañana. La vida es efímera.
Es preciso servir para ser un auditor líder.
Un auditor líder con autoridad o
influencia, es una persona honrada, digna de confianza, ejemplar, pendiente de
los demás, comprometido, atento, exige responsabilidad a la gente, trata a los
demás con respeto, anima su equipo de trabajo, tiene una actitud positiva,
entusiasta y aprecia mucho a los demás.
El papel del líder es servir,
esto es, identificar las necesidades legítimas del equipo o firma y satisfacerlas.
Este proceso exige sacrificio por aquellos a los que servimos.
Todo comportamiento de un auditor
debe tener un sello personal de paciencia, afabilidad, humildad, respeto,
generosidad, indulgencia, honradez y compromiso.
Hasta pronto.
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