Auditor
líder si quiere amargarse o amargar su ambiente de trabajo, aquí están ocho recetas:
- Piense solamente en el deporte del yo-yo, en sus metas y objetos, no colabore con los demás ni trabaje en equipo.
- Sea faltón con sus compañeros, aprovéchese de ellos, utilícelos de escalera o trampolín para lograr ascender en la firma, haga zancadillas y disfrute de los atajos.
- Siembre toda la discordia que pueda. No olvide que el chisme es un arma eficaz para dividir. Tire la piedra y esconda la mano.
- Haga de la rivalidad una aliada para hacer daño, no elogie, dedíquese a reprender.
- Odie su trabajo y su firma. Obtenga lo máximo dando lo mínimo.
- Siempre llegue tarde y salga temprano. Robe con maestría porque dicen que todo el mundo lo hace. "Todos tenemos un corruptico por dentro".
- Sea un auditor “modo automático”, no tenga iniciativa, trate mal a los clientes y logre que le tengan pánico.
- Cuando todo salga mal en el encargo y este en la calle, culpe al socio, gerente y colaboradores. Es que a “yoyito” no lo quieren y tiene muy mala suerte.
REFLEXIÓN
Auditor ilustrado no
desprecie las cosas valiosas.
Buscando
un pollo que comer en un basurero, halló una perla; y dijo;
¡Qué cosa tan preciosa se ve perdida en lugar tan sucio! ¡O si algún codicioso
de tu valor te hubiese visto, ya hubieras vuelto a tu esplendor antiguo!; pero
yo, que te hallé y aprecio más mi comida, ni puedo aprovecharte á tú, ni tú a
mí servirme de nada.
Moraleja:
Por falta de preparación o por
ignorancia, muchas veces algunos auditores ilustrados desprecian las cosas más
valiosas.
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