La ética profesional brilla a
través de todos actos humanos, negocios y entidades. Los comportamientos
positivos ayudan al auditor a originar el bien en sí mismo y para los demás.
Está directamente relacionado con los hábitos, el comportamiento, la toma de
decisiones, el propósito y la acción.
Los dilemas éticos más frecuentes que quitan luz y brillo a los auditores son:
1.La competencia profesional;
2.Responsabilidad individual y asociación
de profesionales;
3.Cuidado y diligencia profesional;
4.Control de calidad;
5.Objetividad profesional;
6.Consultaría tributaria;
7.Recursos del cliente;
8.Confidencialidad;
9.Honorarios;
10.Publicidad y promoción; y
11.Solicitudes de clientes.
Auditor: Grande es aquel que para brillar no necesita apagar la luz de los demás.
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