miércoles, 19 de diciembre de 2018

EL AUDITOR Y LA IGNORANCIA


Un experto era tan admirable en su firma de auditoría de servicios globales integrados de soluciones de negocio, que acudían  a solicitar asesoría sabios  de otras firmas, los cuales quedaban maravillados de su erudición.

Cuando el socio de auditoria de una prestigiosa firma buscaba un  técnico GCR, fue a ver a un Maestro de Auditoría y le dijo: “Dime, ¿Es verdad que ese “experto” sabe tanto como dicen?

“A decir verdad”, replicó el Maestro con ironía, “El tipo lee tanto y hace cursos en página web especializadas, que yo no sé  cómo puede encontrar tiempo para saber algo”

En pocas palabras, es difícil  ganar terreno en un contexto mundial de un mercado tan competitivo si algunos auditores presentan bajos niveles de comprensión de lectura y práctica, es decir, inhabilidad  para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones reales de la vida.

Penetre en el fabuloso lenguaje críptico, quizás tropiece  con un saber silencioso y despierte.


Hasta pronto.

Un experto estaba intentando abrir una lata, y no podía llegar a entender cómo hacerlo. Así que fue a mirar una página web especializada. Para cuando consulto la web, el cocinero ya la había abierto. Él volvió y se quedó sorprendido. Le preguntó:

-¿Cómo lo has hecho?

-Mi felpudo Docto, ¡Cuando no sabes leer, tiene que utilizar la inteligencia!

-Respondió el cocinero.

Hasta pronto



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