Un experto era tan admirable en su firma de auditoría de servicios globales integrados de soluciones de negocio, que acudían a solicitar asesoría sabios de otras firmas, los cuales quedaban maravillados de su erudición.
Cuando el socio de auditoria de
una prestigiosa firma buscaba un técnico
GCR, fue a ver a un Maestro de Auditoría y le dijo: “Dime, ¿Es verdad que ese “experto”
sabe tanto como dicen?
“A decir verdad”, replicó el
Maestro con ironía, “El tipo lee tanto y hace cursos en página web especializadas, que yo no
sé cómo puede encontrar tiempo para
saber algo”
En pocas palabras, es difícil ganar terreno en un contexto mundial de un
mercado tan competitivo si algunos auditores presentan bajos
niveles de comprensión de lectura y práctica, es decir, inhabilidad para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo
de forma eficiente en las situaciones reales de la vida.
Penetre en el fabuloso lenguaje críptico,
quizás tropiece con un saber silencioso
y despierte.
Hasta pronto.
Un experto estaba intentando abrir una lata, y no podía llegar a entender cómo hacerlo. Así que fue a mirar una página web especializada. Para cuando consulto la web, el cocinero ya la había abierto. Él volvió y se quedó sorprendido. Le preguntó:
Un experto estaba intentando abrir una lata, y no podía llegar a entender cómo hacerlo. Así que fue a mirar una página web especializada. Para cuando consulto la web, el cocinero ya la había abierto. Él volvió y se quedó sorprendido. Le preguntó:
-¿Cómo lo has hecho?
-Mi felpudo Docto, ¡Cuando no sabes leer,
tiene que utilizar la inteligencia!
-Respondió el cocinero.
Hasta pronto
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