El
auditor debe buscar la excelencia en
todo lo que hace, en el estudio, trabajo, familia, y en fin, en todos los
contornos en los que se desenvuelva. Muchas veces se tiende a confundir la
humildad con la pobreza, y creemos que los únicos soberbios son los auditores líderes.
Muchos creen ser humildes, simplemente,
porque no son vanidosos o arrogantes o porque no presumen lo que tienen.
La
soberbia se manifiesta de múltiples formas, es astuta, esto es, se oculta, y
muchos que la padecen ni siguiera lo notan. Por lo
anterior, es necesario hacer un intento de descripción del espíritu soberbio
para examinarnos al respecto. El auditor soberbio es:
- Egocéntrico: primero yo, segundo yo, tercero
yo. Siempre está hablando de sí mismo,
yo quiero, yo pienso, yo tengo…recibe pero no da, quiere se servido pero no
servir, es posesivo “mi”, vive para sí, para procurarse placeres, es individualista
y por tanto termina solo.
- Se cree súper bueno: No reconoce sus errores, la culpa siempre la tiene el otro, cree que no tiene nada que cambiar “Yo no…, este seminario no es para mí..., es rencoroso y no sabe pedir perdón, siempre gana la discusiones y termina por perder familia, amigos, trabajos, se enoja cuando no consigue lo que quiere.
- Siempre tiene la razón: levanta la voz, se impone, “Aquí se hace lo que yo digo, soy Socio”, cree que se las sabe todas: “Estos ignorantes me van enseñar, soy senior”, es un racionalista que todo lo pone en duda, todo lo somete a una prueba de laboratorio.
- Nunca obedece: es rebelde, “A mí nadie me manda, soy su jefe”, “yo sé lo que me conviene”, no escucha la voz de los demás.
- Es el mejor de la Firma: Siempre quiere ser el primero, no acepta las derrotas, es impaciente y grosero, trata a los demás con desprecio, humilla a sus colaboradores, mira con desprecio “carga maletas”, se cree más por su riqueza y títulos, busca siempre la comodidad, los lujos, se queja de la incomodidad, no soporta el menor sacrificio, y reniega ante el sufrimiento.
- Vive de apariencias: Siempre aparenta lo que no es, busca ser alabado y reconocido, vive del que dirán, quiere llamar siempre la atención, es bulloso y extravagante, es ambicioso.
- Es autosuficiente: Cree no necesitar de los demás, ni sus jefes o colaboradores, tiene un problema y se reduce a la dependencia de los demás.
El
auditor soberbio es un pobre esclavo que se esconde permanentemente bajo una máscara.
Es inseguro, bajo de autoestima y pide a gritos quiéranme, présteme atención,
¿Soy un auditor importante?
Elaboro:Hierro59. Senior auditoria forense, H2O+maoGte
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