Ser
un mal líder no es sinónimo de ser una mala
persona. Un auditor creativo, prudente y coherente es capaz de
identificar cuáles de sus características
son negativas, corregirlas y transformarlas en cambios positivos. Sin
embargo, es una realidad que los líderes
se resisten al cambio tanto como sus seguidores.
El
perfil de un auditor líder malo normalmente tiene las siguientes características:
- Entiende poco a sus colaboradores.
- Carece de creatividad e imaginación.
- Tiene problemas personales.
- Le echa la culpa al otro.
- Se siente seguro y satisfecho.
- No es organizado.
- Monta en cólera.
- No corre riesgos.
- Es inseguro y está a la defensiva.
- Es inflexible.
- No tiene espíritu de equipo.
- Siempre sabe la respuesta.
- Tiene mucho miedo.
- Es irrespetuoso.
- Amenaza y acosa a sus colaboradores.
- Hace exhibiciones diarias e innecesarias de su poder.
- Vive estresado.
- No produce cambios positivos.
- Sus colaboradores le mienten constantemente.
- Siempre tiene emergencias sin soluciones.
- Hurta los éxitos de sus colaboradores.
- Ve siempre el vaso medio vacío.
- Falta de voluntad para cambiar.
Un
cambio significa un viaje a lo
desconocido y esto produce inseguridad, temor al fracaso. Por eso muchos
auditores se sienten más cómodos con lo viejo,
tradicional y heredado, que cambiar o solucionar. Algunos líderes de equipo se abren al cambio
siempre y cuando no les ocasione inconvenientes ni cueste nada.
Elbow
0 comentarios:
Publicar un comentario