El
informe es una comunicación destinada a presentar, de manera clara y detallada,
el resumen de hechos o actividades pasadas o presentes; y en algunos casos de
hechos previsibles partiendo de datos ya comprobados. Si bien esencialmente se
compone de datos, el informe contiene con frecuencia la interpretación del
auditor, así como sus conclusiones y recomendaciones en torno a dilemas que lo
motivan.
Lo
que diferencia habitualmente un informe de otro género de la comunicación
escrita, la novela por ejemplo, es que el primero comunica hechos o actividades
concretos a un determinado lector o lectores. Un informe no es el
producto de una inspiración momentánea que nos complace expresar a los demás,
sino una respuesta a una pregunta, o preguntas a otra persona que nos hace un
encargo en busca de información o una opinión.
El
propósito del informe es alcanzar un
conocimiento perfecto de la realidad de una organización, sin que se interfieran
visiones personales deformadoras.
Las
nuevas tendencias de la gerencia moderna han impuesto el uso del informe
escrito., que no tenía tanta razón de ser cuando las organizaciones eran
pequeñas y los procesos industriales menos complejos que en la actualidad. Su
uso está extendido, y por las mismas razones en las diferentes organizaciones y
en general donde quiera que hayan de emitirse comunicaciones en las que se
faciliten datos, situaciones, desarrollos y opiniones sobre determinado asunto.
Entre
las ventajas que pueden señalarse a los informes, se destacan: Son muestras del
trabajo que se ha efectuado, se consideran como archivos fundamentales de ese
trabajo, pueden servir de base para toma de decisiones, proporcionan a quienes
se han de aprovechar de los mismos para tomar una decisión, la oportunidad de
estudiar su contenido cuando más cómodo
les resulte y en el momento que lo deseen, pueden leerlo más personas y al
mismo tiempo, permiten al nuevo personal consultar los ejemplares en los archivos
y contribuyen al prestigio de una firma.
La
redacción de un informe suele ser impersonal, directa, y para que éste sea
eficaz ha de exigirse en el auditor un gran esfuerzo de atención, objetividad y
rectitud profesional. Sea
como sea para presentar un excelente informe solo se necesitan algunos
ingredientes básicos y un buen saber
hacer. A continuación presento algunos ingredientes prácticos que todo auditor
debe tener en cuenta en la elaboración de un informe:
- Sobriedad: Es un ingrediente tan importante en el informe que, como alguien ha escrito, su estilo consistirá casi en carecer de estilo. La sobriedad que recomiendo no supone necesariamente sequedad o brevedad.
- Evite frases largas: De más de dos o tres líneas y de gramática complicada.
- Deseche la verborrea y la hojarasca. Nada de literatura en el sentido peyorativa que a veces se da a esta palabra.
- Sea Objetivo: El auditor debe ser fiel al sentido de los hechos por medio de unos papeles de trabajo sólidos y no cambiarlos dándoles un matiz despectivo o elogioso, según las circunstancias.
- Evite todo signo de parcialidad: Nada de imaginaciones desbordadas; nada de sentimentalismo, ni de indignación, ni de sentimiento entusiasta.
- Cero servilismos y familiaridad: En ocasiones se le pide al auditor, práctica deshonesta -$$, que en la preparación del informe beneficie unos determinados intereses o puntos de vista. El auditor no puede prestarse para ello, faltando a la fidelidad de la organización que le encomendó el encargo.
- Opinión fundamentada: Si no es posible llegar a una certeza o conclusión sobre un punto determinado, no vacile en señalar esta irregularidad.
- Mencione el mayor número de datos: Los números, términos, porcentajes son factores de máxima relevancia.
- Subdivida el informe: Reducir el contenido del informe mismo con sólo leer dichos títulos o centrando la atención en aquél que más inmediatamente interesa.
En
la redacción del informe evite:
- Falsear o exagerar los hechos,
- Informar hechos, omitiendo algún por menor,
- Equivocar ciertos datos,
- Hacer demostraciones matemáticas no convincentes,
- Confundir los hechos con las opiniones,
- Incurrir en contradicciones,
- Desarrollar en forma incompleta algún punto,
- Disponer de capítulos o párrafos en forma desordenada,
- Emplear periodos largos y complicados,
- Repetir innecesariamente la misma palabra o giro, y
- Abusar de tecnicismos innecesarios.
Siendo
todo informe de auditoria una enumeración ordenada de hechos concretos que en
algunos casos se refieren a cuestiones controvertidas en las que entran en
juego intereses contrapuestos, es necesario, en muchas ocasiones que vayan
acompañados por evidencia que por una parte completan la información del texto y
por la otra le dan mayor valor agregado. Es conveniente numerar los gráficos,
cuadros estadísticos, etcétera, que formen parte esencial del informe. Si se
trata de un gráfico u otro documento que prefiere presentar dentro del propio
texto, hágalo al lado mismo de la página donde se mencione dicho gráfico o
documento. Para no romper la numeración de las paginas, pueden figurar en
páginas repetidas 2 bis, 18 bis, etcétera.
Auditor: Reflexione, deténgase, pare a mirar, a observar con diligencia sus informes, que es la antesala del ver claro, de la lucidez, del desarrollo de la consciencia profesional.
Auditor: Reflexione, deténgase, pare a mirar, a observar con diligencia sus informes, que es la antesala del ver claro, de la lucidez, del desarrollo de la consciencia profesional.
Hasta
pronto.
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