La
Norma Internacional de Auditoria –NIA 500- establece que el auditor debe
obtener evidencia suficiente apropiada de auditoria para poder llegar a
conclusiones razonables en las cuales apoya la opinión de auditoria. En la
búsqueda de evidencia, normalmente, no se examinan todas las transacciones y el
auditor no es ajeno a la posibilidad de errores e irregularidades tanto en el
saldo de cuentas, como en la validez de las transacciones. Esto origina
incertidumbre que lo coloca en el dilema de examinar en su totalidad los datos
o aceptar un margen de error implícito al probar una muestra, que debe ser
suficientemente representativa de los hechos que busca examinar. Estos riesgos
se pueden mitigar si el auditor puede confiar en el control interno y en las
pruebas sustantivas que le permiten descubrir ocasionalmente los errores más
relevantes.
La
NIA 530 aplica cuando el auditor ha
decidido usar el muestreo de auditoria en la realización de los procedimientos
de auditoria. La norma admite dos
enfoques de muestreo: el probabilístico y no probabilístico. Sin embargo, sobresale
el criterio profesional, respaldado por la experiencia del auditor.
La
consecuencia estadística del examen
corresponde al proceso de obtener conclusiones acerca de valores estadísticos
de la población, partiendo de una muestra. Es importante entender que el
auditor utiliza el muestreo para lograr certidumbres acerca de la población y
no para la muestra. Cuando el auditor toma una muestra, está desarrollando una
tarea de observación a toda una población, considerando que el comportamiento
de la muestra es igual al del universo –número de elementos-.
Para
que una muestra sea representativa, los elementos deben ser seleccionados al
azar, esto es, que todos los elementos del universo objeto deben tener la misma
probabilidad. Se especula que el objeto del muestreo es contar con el mayor
número de elementos con el menor costo posible. Una muestra rigurosamente
aleatoria, es aquella extraída de una población, utilizando métodos al azar –
Muestreo aleatoria simple –MAS-, por áreas, conglomerados, sistemático, por
fases, Stop and go, estratificado etcétera-; de ahí que se hable de muestreo
probabilístico o aleatorio, que reconoce
en cada una de las etapas de selección, la probabilidad de cualquier conjunto que
resulte seleccionado.
Algunos
de los componentes que son comunes, en las diferentes fórmulas, para calcular
el tamaño de la muestra, dependen del método de muestreo que aplique. A medida que se aumenta el nivel de
confianza, el tamaño de la muestra también aumentará.
Para
el cálculo del tamaño de la muestra el
auditor debe conocer las siguientes variables:
- Porcentaje de error –e-: Es el margen de error que el auditor puede tolerar.-Mientras más bajo es mejor y más exacto-;
- Nivel de confianza –z-: Es el monto de incertidumbre que el auditor está dispuesto aceptar. Mientras mayor sea el nivel de certeza más alto debe ser este número, por ejemplo 99%, más alta será el tamaño de la muestra;
- Tamaño de la muestra –N- En muchos casos es conocida y se considera como población finita, en caso contrario, la población será definida como infinita.
- Distribución de respuestas –P- Si no se conoce siempre se utiliza 0.50 que es el que provee una muestra más exacta. Q es igual 1-P.
En
resumidas cuentas, el muestreo hoy en día es utilizado en auditoria por su
menor costo, mayor rapidez y menor número de personas que intervienen en la
auditoria. Para la selección del método de muestreo se tienen en cuenta
aspectos tales como: grado de precisión requerida para los auditores, tamaño de
la muestra y costo/tiempo/beneficio.
La
mayoría de las firmas de auditoria nacionales e internacionales están mecanizadas a la selección de muestras por Muestreo estadístico –tablas-, sin embargo,
desconocen el proceso manual de cálculo –aplicación formulas=.
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