Respetar al ser humano y tener fe en
sus posibilidades y habilidades que son grandiosas.
Confiar en su grupo, más que en Sí
Mismo.
Evitar criticar en público, procurando
siempre elogiar ante el grupo los aspectos positivos de cada uno.
Dar siempre ejemplo en lugar de
criticar constantemente.
Evitar dar órdenes, procurando
entender que la participación es más efectiva,
Dar a cada miembro del grupo su lugar,
teniendo en cuenta sus gustos, aptitudes e intereses.
Evitar tomar, aun transitoriamente, la
iniciativa de una responsabilidad que pertenece a otro, pensando que lo haría
mejor.
Consultar a los miembros del grupo
antes de tomar una decisión importante que envuelve intereses comunes.
Antes de actuar, explicar a los
miembros del grupo lo que se va hacer y por qué.
Evitar tomar parte en discusiones
cuando preside una reunión, guardar neutralidad absoluta, registrando
imparcialmente las decisiones del grupo.
Trate a sus miembros del grupo como si
fueran sus mejores clientes.
Cuide a su grupo de trabajo que él se
encargará de cuidar lo demás.
Tenga a su grupo bien motivado, comprometido, capacitado, tratado, y remunerado todo lo demás viene por añadidura.
Tener una actitud positiva hacia su equipo de trabajo es clave para la obtención de óptimos
resultados.
Para dirigir a los miembros de su grupo hay que caminar detrás de ellos.
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