domingo, 28 de febrero de 2016

RESPONDABILIDAD DE LA AUDITORIA EXTERNA EN LA MEJORA CONTINUA DE LA ENTIDAD












La búsqueda continua de mejoras en materia de procesos y procedimientos en cada una de las actividades de la entidad, es uno de los principales objetivos para alcanzar mayor capacidad competitiva. Pensar en términos de mejoramiento implica ver y analizar a las organizaciones desde sus actividades técnicas, productos y servicios, es deliberar de qué manera debería operar la entidad para lograr la mejora en materia de capacidad y rentabilidad, y así determinar las falencias que soporta la entidad para ser competitiva.

Es función de la gerencia en primer lugar el mantenimiento de todas las actividades destinadas a conservar estándares operacionales, tecnológicos y gerenciales mediante disciplina y entrenamiento. En segunda instancia, este órgano tiene como   responsabilidad el mejoramiento, esto es, todas las actividades deben estar dirigidas a elevar los actuales estándares, implica pequeños pero continuos mejoramientos como resultado de incesantes esfuerzos e innovación que involucra un ascenso significativo como resultado de inversiones en equipos y tecnología.

El proceso de mejoramiento es un ciclo de planear, realizar, evaluar y actuar. Una vez generado el cambio o la mejora se estandariza el logro alcanzado mediante la realización, evaluación y práctica.

Una auditoria interna está diseñada para evaluar y mejorar los procesos de la administración, gestión de riesgos y control de métodos que afrontan las organizaciones.  Esto  proporciona a la administración la seguridad de cumplir sus deberes respecto a la entidad y sus asociados.

De otra parte, la auditoria externa se centra en el área financiera y los principales riesgos asociados con las finanzas de la entidad. Por lo general se lleva a cabo por lo menos una vez al año para proporcionar un informe anual de los estados financieros. Esta auditoria está diseñada para informar si las cuentas y operaciones son  fiel reflejo de la realidad económica de la empresa. Los auditores externos evalúan todos los controles internos establecidos para gestionar el riesgo financiero, evaluando e informando si la entidad opera con eficiencia y eficacia.

La responsabilidad de mejora es fundamental para el propósito   de la auditoria interna. Se realiza mediante el asesoramiento, entrenar y facilitar, sin restringir la responsabilidad de la administración. Por el contrario, la auditoria externa no tiene ninguna responsabilidad de la mejora, solamente tiene el deber de reportar irregularidades.

 La función principal del auditor externo es clara y simple, expresar una opinión sobre si la entidad presenta los estados financieros libres de inexactitudes. En efecto, el papel de auditor no termina allí. El auditor externo es un asesor, un prestador de servicios, digno de confianza, que puede ser un  aliado o un adversario. 

Las expectativas de la junta de accionistas hacia el auditor difieren de la administración: Los accionistas buscan una pareja independiente de la gestión que informe desviaciones, y la administración un socio que les ayude  a mantener el control y la mejora continua.

En muchas entidades el proceso de planear, realizar, evaluar y actuar registra continuamente fallas repetitivas, no es solo decir y hacer manuales de procedimientos, se requiere preparar las condiciones para que esos estándares implementados se lleven realmente a la práctica.

En pocas palabras, mejoramiento continuo lo debe entender el auditor líder como un enfoque humanista, porque se espera que todos participen de él. Todo ser humano puede contribuir a mejorar su lugar de trabajo donde pasa una tercera parte de su vida.


Que resuene: Liderazgo es ejemplo.

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