La NIIF 13 -Medición del valor razonable-, establece
los elementos que permiten que dicho valor
sea comparable y consistente,
además, requiere que su cálculo se
realice con base en variables objetivas y observables, en caso de su ausencia,
como por ejemplo que no exista un precio
en el mercado para transacciones similares,
esté la posibilidad de tomar en cuenta otras variables denominadas no
observables.
La
jerarquía consiste en tres niveles, en primer lugar se clasifican precios
cotizados en mercados activos-principal o más ventajoso-, en fecha de medición y
posible para la empresa realizar transacción. En segunda instancia, se
catalogan los precios cotizados en mercados activos, diferentes a los del nivel
1, disponibles en el mercado pero viables para la entidad; precios cotizados en
mercados no activos y variables diferentes a precios cotizados tales como tasas
de interés, curvas de rendimiento y volatilidades supuestas. Finalmente esta el
nivel 3 que corresponde a variables no observables que reflejen los supuestos
que se utilizarían en el mercado para establecer un precio, por ejemplo datos
de la propia entidad ajustados por algunas técnicas de valoración.
En conclusión, la jerarquía del cálculo del valor razonable de activos y pasivos de
mayor a menor objetividad, se puede obtener
mediante la verificación de un mercado
activo o similar, flujo de caja descontable, modelos económicos de valor, valoración
de un experto, costo de adquisición, costo calculado subjetivo, costo de
reemplazo depreciado o método de índice de precios. Mayor riesgo para el
auditor cuando mayor es la complejidad e incertidumbre de las estimaciones.
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