5 OBSTÁCULOS INTERNOS QUE TODO AUDITOR DEBE VENCER PARA COMENZAR A ACTUAR

Un auditor  que actúa es aquel que tiene percepción, puede ver cosas que no ha visto nadie antes, oye cosas que no ha escuchado nadie antes, entonces hay acción, aparece la necesidad de crear.

Siempre habrá motivos para no actuar: excusas  por la  situación geográfica, circunstancias económicas, familiares, impedimentos físicos, errores pasados que controlan el futuro, la opinión de las personas, el miedo al ridículo, falta de dinero, educación de segunda clase, miedo al riesgo,  demasiadas ocupaciones, falta de un visto bueno, etcétera.. Todas estas excusas para no actuar deben estar en el excusado y descargar.

En el mundo actual a todos se nos exige responder a los retos de una forma creativa; desde el más alto ejecutivo hasta el ama de casa tienen que crear nuevas ideas para enfrentar a los múltiples reveses de la vida moderna.

El universo le da energía creativa a todo el mundo. Se vuelve destructiva sólo cuando es obstaculizada, cuando no se permite su flujo natural. El rio de la consciencia no está fluyendo normalmente, algo extraño  se ha introducido en el rio de la consciencia. No  puede ser absorbido por el rio,  no forma parte del rio,  se resiste a formar parte del rio.

A lo mejor para dejar de hablar y comenzar a actuar debemos eliminar los  obstáculos internos destructivos que nos paralizan y nos dejan inconscientes. Reflexionemos, sobre cinco posibles vallas internas:

1. EGOCENTRISMO: Estar congelados, bloqueados, es convertirnos en un estanque sucio, no vamos a ninguna parte, nos estamos  secando, evaporando, muriendo y por su supuesto apestamos. El ego es un esfuerzo por ir en contra de la corriente. Obviamos hacer las  cosas fáciles, Antes de poder hacerlas tratamos de volverlas más difíciles, más complicadas. Disfrutamos haciendo cosas difíciles. ¿Por qué? Por cuando nos enfrentamos con algo difícil, nuestro ego se vuelve sutil, sagaz, hay un desafío. Renunciar al ego es renunciar a un conflicto interior. Cuando renunciamos al ego, se renuncia al mundo entero que se ha creado alrededor. Por primera vez hay capacidad de ver las cosas como son, no como nos gustan que fueran.
2. PERFECCIONISMO: El complejo de ser los primeros y los mejores ha arruinado nuestra vida. Nos programan como competidores imbatibles  y como seres obsesionados con un ideal de perfección que causa los estragos de un verdadero tornado emocional.  El perfeccionamiento estresa, violenta y mantiene  en constante tensión, desesperante y enfermiza.
3. INTELECTO: Cuando somos expertos, eruditos, intelectuales, no tenemos una visión macro propia. Dependemos de un  conocimiento prestado., de la tradición, de la convención. Cargamos con una biblioteca  en la cabeza, con un  gran peso, pero no tenemos visión. El intelecto es un fenómeno inconsciente. Nos comportamos   como si estuviéramos dormidos. El actuar es despertar, a menos que no estemos completamente despiertos, todo lo que decidamos de una forma  u otra estará mal.
4. CREENCIA: Si actuamos  con visión total no llevaremos muchas creencias. De hecho no cargamos  sino nuestras  propias experiencias que siempre están abiertas porque nos permite siempre seguir explorando. La creencia siempre está cerrada, llega a un punto final, siempre esta terminada. La experiencia permanece siempre incompleta. La experiencia siempre está creciendo, cambiando, se está moviendo de lo conocido a lo desconocido.
5. FAMA:  La vida profesional  del Asistente, Staff, senior, gerentes y socios, es decir, carga maletas y comité de aplausos, a veces obedece en las firmas al efecto rebaño, a la de  no pensar por sus propios medios, a seguir un libreto, a estar más pendientes de las cosas que de las personas y a buscar el perverso éxito social o fama que es un  engañoso espejismo. El efecto rebaño quizás lleve a querer medir nuestra capacidad de logros con base al éxito social o a la imagen de este éxito que se nos tramite, pasarse el día jugando golf, viajar en un automóvil deportivo o rodearse de glamour. Una fama inteligente consiste en ir descubriendo progresivamente nuestra voz propia y disfrutar cada paso, de estar en el camino de nuestro éxito personal.

Para concluir, una vez desaparezcan estos obstáculos, tal vez,  todos nos trasformemos en creadores. Solo las personas enfermas son destructivas. Las personas sanas son creativas.

Cuando  estemos realmente   libres de obstáculos internos y seamos totales,  el actuar surgirá naturalmente, aparecerá la necesidad de ser creativos.

Convirtámonos en ese frasco de perfume -calidad, excelencia, idoneidad e innovación- que, al romperse, admita que la fragancia de la auténtica creatividad –acción-  que guarda  se esparza por donde quiera.

Hasta pronto

"Si lo saben todo, percibo que también saben cuándo callar"