Tomar distancia y alejarse de las personas toxicas que contaminan con su mal aliento mental, mejoran la salud. Cualquier comportamiento toxico carece de sentido común. Exponerse a las personas toxicas, causa estrés, ansiedad y bajo rendimiento laboral.
Enumero
a continuación doce personalidades
tóxicas comunes en algunas firmas de auditoría:
- Victimistas: Son los que responsabilizan de todo
lo que les ocurre a los demás, contagiando el sentimiento de culpa a través del
chantaje emocional.
- Descalificadores: Critican cualquier actuación o idea
que tenga su víctima, creando un sentimiento de inutilidad.
- Agresivos: intentan provocar inseguridad en su
víctima para hacerla débil, humillando, ofendiendo e irrespetando.
- Manipuladores: Siempre están engañando en beneficio
propio.
- Chismosos: Propagan rumores negativos sobre
personas ausentes, son poco fiables.
- Narcisistas: Se creen perfectos y no soportan que
le lleven la contraria, es el que siempre da lecciones sobre cómo se tienen que
hacer las cosas y se cree con derecho a descalificar y menospreciar al que
contradiga sus decisiones o creencias.
- Envidiosos: Siempre desean lo que otros tienen o
consiguen
- Autoritarios: Personas muy inseguras de sí mismas
y, por eso, incitan miedo a sus subordinados
- Pesimistas: Siempre ven todo de forma negativa.
- Psicópatas: Mienten y engañan para lograr lo que
quieren.
- Neuróticos: Desarrolla una conducta perfeccionista,
conflictiva, egoísta e infantil.
- Controladores: Controlan los horarios y quieren saber en todo momento dónde está el otro y qué está haciendo. Consideran que el control es sinónimo de seguridad. Sus subalternos no tienen voz propia.
Reeducar
una personalidad toxica requiere una autoimagen sana, orientarse hacia objetivos claros, altos pero
alcanzables, tener un plan de acción para saber cómo va a lograrlo y cumplirlo, tener un deseo ardiente que impulse a trabajar con entusiasmo, perseverancia y
confianza en sí mismo.
Hasta
pronto
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