EL AUDITOR Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

La igualdad de oportunidades es un pensamiento de equidad que defiende que un sistema es socialmente digno y justo cuando todas las personas están en igualdad de condiciones y posibilidades  de tener  bienestar  y poseer los mismos derechos.

Cuando alguien va a iniciar algo hay que darles a todos lo mismo. Como cuando  se empieza  a jugar póker o dominó, lo mismo se hace en una firma. En principio a todos se les dan el mismo número de naipes o fichas. Después la suerte, el talento, la creatividad, el esfuerzo, estrategia, la herencia, la trampa, los atajos o el padrino son los que deciden. Asimismo, el abuso de algunos o la bobada de los bobos. Estas variables no son estáticas como las piedras, sino que fluyen como los ríos. Los talentosos surgen por el esfuerzo o la astucia, incluso por la perversidad, por pereza o simple “mala  suerte” de otros. Cuando las desigualdades van creciendo, a lo mejor, si es excesivamente grande, en el futuro, habrá que volver a barajar y repartir, pero siempre todos los auditores van empezar con lo mismo o con algo que parece mucho.

En el juego del domino todo es incertidumbre, un camino a lo desconocido, como la vida profesional. Admitirlo, nos lleva a disfrutar el juego sin sorpresas. Una vez se  reparten las fichas, se ordenan, acomodan, se establece una  estrategia y se planean las jugadas para cuando llegue el turno iniciar el juego. Todo es perfecto hasta que algún jugador astuto se interpone en el juego y coloca una ficha que no se planeó y  destruye la estrategia  y el plan. Se reacomodan las fichas, examinando otra salida,   robando fichas hasta que vuelva a salir la adecuada que  permita volver al juego.

La existencia es como un juego de dominó, cada dígito, está asociado con otro dígito, todo está acoplado con todo, sin embargo,  hay un abanico de posibilidades  para colocar las fichas. Esto es, que  cada acción, corresponde a una respuesta acertada y objetiva.

“La vida profesional consiste no en tener buenas cartas o fichas, 

sino jugar bien con lo que uno tiene”.

Es un grito en el desierto, en la oscuridad,  es cierto,  pero la experiencia se vive y, luego se comparte con los colegas y amigos.