Analizar
un problema requiere tiempo, no cerrar el asunto demasiado pronto, intentar
entender la cuestión de fondo y utilizar un método apropiado de análisis es
bastante prudente.
Albert
Einstein dijo: “Si tuviese una hora para resolver un problema, pasaría
cincuenta y cinco minutos definiendo el problema y solo cinco minutos buscando
la solución”. Einstein tenía razón. Este es un buen consejo para analizar un
problema: disponer del tiempo para hacerlo, para llegar hasta la esencia del
asunto. Es muy difícil encontrar desde el principio la cuestión fundamental. Algunos ilustrados aconsejan no plantear un problema demasiado pronto, ya que
el problema es provisional. Siempre va a cambiar, modificarse o evolucionar.
Lo
esencial es que en algunas organizaciones hay fraude y es necesario aprender a
analizar este problema, multiplicando
los porqués.
Ejemplo:
El
problema es que hay fraudes en la
organización:
- ¿Por qué? Funcionarios de confianza traicionan la organización.
- ¿Por qué? Por problemas financieros.
- ¿Por qué? La organización no ha identificado presiones para cerrar oportunidades, por otro lado, no ha invertido en prevención de riesgos de fraude.
- ¿Por qué? Existe un monopolio de decisiones y no se rinden cuentas por el poder de los altos mandos.
- ¿Por qué? Falta preparación, capacitación, ética --Honestos y deshonestos- y consciencia de la Dirección y el personal
La
oportunidad crea al fraude, el control interno elimina la oportunidad. La inversión
para prevenir el fraude, es un seguro contra las contingencias. Es esencial que
control interno busque las señales -indicios- que para los auditores forenses son las
banderas rojas que indican un alto riesgo de fraude.
El
asunto de fondo no es como evitar el fraude sino como invertir y fijar
controles antifraude efectivos para que no exista ninguna oportunidad de
fraude.
Observar
un problema requiere hacerse con las herramientas, darse el tiempo necesario, conservar
información, decidir, estar atento, ir a la caza, estar siempre listo, no
rechazar nada, autorizar a preguntar a los demás y avanzar con las preguntas más
que con las ideas, esto es, Qué, cómo, cuánto,
cuándo, quién, por qué y para qué.
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