martes, 7 de mayo de 2019

DECÁLOGO DEL AUDITOR LÍDER

  1. Respetar al ser humano y creer en las posibilidades que son enormes.
  2. Confiar en el equipo de trabajo, más que en sí mismo.
  3. Evitar criticar en público procurando siempre elogiar ante el equipo los aspectos positivos de cada uno.
  4. Dar siempre ejemplo, en lugar de criticar y juzgar constantemente.
  5. Evitar dar órdenes, intentando comprender que la participación es más efectiva.
  6. Dar a cada miembro su lugar, teniendo en cuenta sus gustos e intereses.
  7. Evitar tomar, aun provisionalmente, la iniciativa de una responsabilidad que pertenece a otro, pensado que lo hace mejor.
  8. Consultar a los miembros del equipo antes de tomar una decisión relevante que tiene intereses comunes.
  9. Antes de actuar, explicar a los miembros del equipo lo que se va hacer y por qué.
  10. Evitar tomar parte en discusiones cuando preside una reunión, guardar neutralidad absoluta, registrando imparcialmente en las decisiones del equipo.
Lo anterior obliga a todos los auditores de cualquiera de los mandos a asumir una nueva mentalidad, un paradigma nuevo y reconocer que el papel del líder no es mandar, tener poder y dominar al de la casilla de abajo. El papel del líder es ser útil.



La autoridad es el arte de conseguir que los miembros del grupo hagan voluntariamente lo que el líder quiere debido a su influencia personal. Por el contrario, el poder es la capacidad de forzar o coaccionar al equipo para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga su voluntad debido a la petición o la fuerza. Autoridad e influencia es la manera de conseguir que el equipo haga lo que tiene que hacer.

Un auditor líder es una persona apasionada por un objetivo, capaz de reunir en torno suyo un equipo de trabajo, para contagiarles dicho ideal, originando una acción del grupo, en busca de la realización del ideal, con objetivos previamente conocidos, obteniendo beneficios colectivos y buscando la realización personal y colectiva de todos los integrantes.

La madurez del auditor –socio y gerente- se mide por la capacidad de manejar información negativa. No existen malos integrantes de un equipo de trabajo, existen malos ejecutivos gaviota, existen malos motivadores.

Crea en el equipo de trabajo, de espacio para actuar, logre el compromiso individual y el grupal, haga solo lo que aporte valor, mantenga calidad total/servicio y haga un monitoreo/evaluación/autocontrol/autoconocimiento.

Liderazgo es ejemplo...

Hasta pronto.


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