jueves, 10 de enero de 2019

EL MOBBING O ACOSO LABORAL EN LAS FIRMAS DE AUDITORÍA


En la cultura organizacional  de algunas firmas todavía  es normal la autocracia, su dirección se da por herencia y no por mérito profesional. Persiste el modelo taylorista de mando y control, inhibiendo la creatividad interior y  favoreciendo la presencia de conductas de acoso laboral –mobbing-, ya que en ellas, la víctima  del acosador  o acosadores no cuenta con muchos recursos  para organizar su defensa.

En la era industrial el principal activo y los primeros impulsores de la prosperidad económica eran las máquinas y el capital, dando la creencia a algunas organizaciones de que debían  controlar y dirigir a las personas como cosas. Algunos socios –Audit partner- de hoy en día siguen aplicando el modelo de control de la era industrial a los trabajadores del conocimiento, privando  las motivaciones superiores y el talento interno de los emprendedores. Ante este aspecto, no es de extrañar una alta rotación de personal.

El  acoso laboral indica el continuo y deliberado maltrato verbal y metódico que recibe un miembro de un equipo de trabajo por parte de otro u otros, que se comportan con él inhumanamente con el propósito de lograr su ruina o destrucción psicológica y obtener su salida de la organización a través  de diferentes procedimientos.

El mobbing o acoso laboral en las firmas se puede presentar de varias formas:
  1. Asignar objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables;
  2. Quitar al encargado áreas de responsabilidad;
  3. Ignorar o excluir, hablando sólo a una tercera persona presente;
  4. Retener información crucial para su trabajo;
  5. Extender por la firma rumores maliciosos o calumnias;
  6. Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado;
  7. Ignorar los éxitos profesionales en los encargos;
  8. Criticar duramente el trabajo sin argumentos;
  9. Insultar a un miembro del equipo cuando está sola o en presencia de otros;
  10. Ridiculizar su trabajo;
  11. Invadir la privacidad del acosado, interviniendo su teléfono, su correo, revisando sus papeles de trabajo -impresos o digitales-, sustrayendo maliciosamente documentos o elementos claves para la ejecución de su trabajo.
Este psicoterrorismo, normalmente es dirigido por un compañero, subordinado o jefe que actúa regularmente con otros.  El acusador intenta eliminar toda iniciativa de la víctima, la aísla, procurando que por sí misma tome la iniciativa de retirarse.

Estas situaciones afectan negativamente el clima laboral, reduciendo toda confianza entre los equipos de trabajo. Origina estrés y una diversidad de situaciones en la victima y la organización, que aunque no se comenten abiertamente, son conocidas por toda la firma.

En resumidas cuentas,  algunas veces estas conductas  son promovidas por los mismos socios o gerentes de proyectos que piensan que sus manías persecutorias, su vigilancia, su obsesión por el control, su falta de participación o autoritarismo son la esencia del management.

Una cosa es trabajo bajo presión y otra mobbing. Un antídoto quizás para el acoso laboral, viene dado por estructuras más flexibles, participativas que promuevan la confianza entre los actores organizacionales y el desarrollo de buenas prácticas éticas y morales.

Auditor, actué a través de la convicción, como debe ser en este caso y no por coerción.

Hasta pronto.



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