Recurrir el auditor de forma óptima a la creatividad congénita es muy relevante
para identificar habilidades y ser
consciente de sus malos hábitos que lo están inhabilitando. Antes de
pensar en forma innovadora, debemos ver y reconocer cuáles son nuestras
creencias cosificadas que no nos dejan crecer e innovar.
Cuando se acepta el reto de
pensar en forma creativa es posible que surjan dudas de nuestra capacidad
interior: ¿puedo hacerlo? o ser negativo
y pensar “No tengo una mente creativa”.
Desmitifiquemos la creatividad de
una vez por todas. Etiquetar a los auditores de creativo o de no creativo es
inútil e innecesario. Con la práctica cualquier auditor puede mejorar, sea cual
sea su capacidad. La mente creativa tiene la capacidad de aprender a innovar.
No se requiere ser hechicero puesto que se no trata solamente de inventar una
habilidad nueva, sino de recobrar una
aptitud que la actividad repetitiva y rutinaria nos ha opacado.
La sociedad, el colegio, la
universidad y el trabajo han estado oscureciendo en gran medida la creatividad.
Aprendemos a dar respuestas lógicas y correctas en lugar de las que son
imaginativas aunque sean incorrectas y
transgredan los límites de la costumbre contable o financiera. La
mayoría de los auditores han experimentado en su firma que al proponer una idea los expertos o tecnócratas la descartan inmediatamente argumentando que
esto nunca ha resultado o ustedes trabajan mecánicamente y nosotros deliberamos.
El mundo necesita expertos, sin
embargo, el hecho de considerarse experto en una firma de pronto prive la
creatividad. Una nueva configuración
ayuda a encontrar nuevas ideas.
¿Alguna vez ha adoptado la figura de experto?, ¿cuando habla de
auditoria o de algo que conoce muy bien, presume sus conocimientos con los demás? Algunos jactanciosos
expertos matan ideas respondiendo a sus ideas con comentarios tales como: “esa
idea no funciona porque…” “eso lo probamos en…y es muy riesgoso”, aunque lo que
está demostrando son sus conocimientos técnicos que alimentan su ego y es una
forma segura de deshacer ideas porque no son de ellos.
Nuestro sistema educativo y los
conflictos de la vida se combinan para convertirnos en personas racionales y
autómatas que solamente buscan
respuestas prefabricadas que no sugestivas. Nos convertimos en individuos
adictos al “Porque”, es decir, semejantes a un experto. Superemos auditores la
opinión de los expertos.
Son bastantes las limitaciones de
nuestro pensamiento que no nos dejan ser creativos. Rompamos esos malos hábitos
convencionales, conservadores, rígidos y limitados. Se sorprenderá hasta qué
punto sus ideas se ven influenciadas por las pautas con las creció o le han
creado en una Firma. Pruebe solucionar los siguientes ejercicios:
- Si ABC →ABD entonces XYZ→?;
- La familia XYZ tiene una piscina cuadrada en el jardín con cuatro árboles en las esquinas. Ahora, quieren una piscina cuadrada el doble de grande, pero está prohibido talar los árboles ¿Cuál es su solución?
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