lunes, 22 de agosto de 2016

RESPONSABILIDADES DEL AUDITOR ANTE LA PROFESIÓN




La gerencia en toda entidad es la responsable de adoptar políticas contables-NIIF- sanas y eficaces,  para mantener un sistema de cuentas adecuado y efectivo, salvaguardar  los activos y  diseñar un sistema de control interno que ayude a asegurar la elaboración de estados financieros apropiados y oportunos. Las transacciones reflejadas en las cuentas y en los estados financieros son aspectos de control y conocimiento directo de la administración. El juicio del auditor sobre estas operaciones, se limita al adquirido a través de su examen. La razonabilidad de las afirmaciones hechas en los estados financieros es una parte implícita e integral de la responsabilidad de la dirección.

Sin embargo, las responsabilidades  del auditor no solo se circunscriben a la expresión de su opinión sobre  los estados financieros, el auditor también tiene una compromiso ante la profesión, que es la de cumplir con estándares de conducta profesional y normas de auditoria aceptados por la colectividad contable. Para su cumplimiento existen cuerpos reguladores como la Federación Internacional de Contadores –IFAC-  que es un ente emisor de estándares, cuenta con un comité nombrado  International Auditing and Assurance  Standards Board  -IAASB- que se encargada de la uniformidad de prácticas de auditoria, aseguramiento y servicios relacionados –ISA, ISQC, ISRS y IAPS-.

Dentro de las responsabilidades del auditor en el aspecto profesional y personal se pueden destacar las siguientes:

1   1.- Independencia Mental: Si el auditor  actúa sin tener la suficiente autonomía y se deja influenciar por los órganos de dirección y administración, su intervención, responsabilidad, alcance y resultados serán demasiado limitados y deficientes, originando un incumpliendo con el objetivo del encargo de auditoria.

2.- Experiencia profesional: El auditor debe contar con la calificación, conocimientos, métodos, habilidades, aptitudes,  herramientas y técnicas concretas de auditoria, con el fin de que pueda realizar un  examen exitoso.

3.- Escepticismo profesional: El auditor planifica y  ejecuta la auditoría con escepticismo profesional –Duda razonable- reconociendo que pueden darse circunstancias que supongan que los estados financieros contengan incorrecciones materiales.

4.- Juicio profesional: El auditor debe aplicar su juicio profesional en la planificación y ejecución de la auditoria de estados financieros.

5.- Correcto manejo de relaciones personales y profesionales: Revisar el trabajo de los demás y aplicar el auditor su criterio no es del agrado de muchos. Por ello, en ciertas ocasiones sus relaciones con los auditados no son muy agradables, tornándose poco cordiales y a veces problemáticas, razón por la cual tiene que aprender a sobrellevar  las situaciones negativas que se le presenten diariamente en su trabajo.

6.- Evidencia de la evaluación: Las evidencias que obtiene el auditor del examen deben ser reales, nunca ficticias, modificadas, destruidas, ocultadas o alteradas, aunque sirvan para aseverar cualidades o defectos del auditado.

7.- Resultados de la evaluación: El auditor debe respetar la confidencialidad de la información obtenida en su examen, nunca difundirla o utilizarla para su provecho, ni el de terceros.

8.- Profesionalismo: El auditor no puede realizar un examen si carece de equidad, imparcialidad, razonabilidad, ya que en la aplicación de estas virtudes se basa su actuación profesional. Al permitírsele revisar las operaciones de la entidad, se está confiando  en que su actuación está avalada por principios y valores éticos y morales.

9.- Capacitar al personal subalterno: Es un deber profesional y moral proporcionar la capacitación necesaria a los auditores subalternos con el fin de que se desempeñen en forma eficiente y confiable, originando resultados óptimos en las valoraciones.

10.- Mantener una disciplina profesional: El auditor como experto, su actuación siempre debe ser competitiva, como persona se presume que siempre actúa con disciplina. Esta solo se logra con constancia, voluntad, capacitación y educación permanente.

11.- Evitar y prevenir sobornos: El auditor está en la obligación de prevenir y evitar cualquier tipo de soborno, beneficio o dádiva que puedan resultar de su actividad.

12.- Responsabilidad profesional: No se refiere solamente a laborar como auditor –sobrevivir-, se requiere que se acepte la responsabilidad que esto implica – Credibilidad, consciencia y conciencia-.

13.- Innovación: En todo sentido es responsabilidad del buen auditor. La innovación es una de las características que constituyen el signo de los tiempos en que vivimos, la era del conocimiento; es el cambio que desafía sin cesar nuestras máximas capacidades de adaptación. El auditor que no modifica, se momifica.

14.- Liderazgo: La tarea más relevante del auditor es entender que ser líder no es oprimir y que confianza y respeto no están reñidos entre sí, sino que son suplementarios. La capacidad de un auditor se mide por la capacidad de manejar información negativa.

¡Todo es cuestión de actitud! 

0 comentarios:

Publicar un comentario